miércoles, 9 de noviembre de 2005

Despertar

Hoy dibujaría un mar eterno,
un encefalograma perfecto,
imitaría el movimiento de las olas
y seguiría el rastro de las estrellas.

Quisiera invitar a Dios a mi última cena
y brindar con el alma en los labios por el
tiempo pasado que se fue.

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