Has puesto en fuga sombras,
con un beso.
Huecos por donde el vendaval
se adentra...
tapiados de azul y fuego.
Negro de tu pelo,
y tus ojos.
Volé sobre nubes instantáneas,
soberanos acordes deshaciéndose,
indómito cuerpo del aire.
Tierra, toco tierra.
Un ángel me deposita
a orillas de un lago voluptuoso.
En su espejo delimité mi piel.
Ahora, otra tierra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario