viernes, 11 de agosto de 2006

Sor Rita

Sor Rita

Una chica había soñado desde pequeña con ser monja así que un día decidió
irse a un convento para cumplir su sueño.

Ahí estuvo más de nueve años dedicándose a tomar sus votos, hasta que llegó
el día tan esperado de casarse definitivamente con Jesucristo, momento en el
que las futuras monjas son bautizadas con su nuevo nombre.

La Madre Superiora bautizó a las recién iniciadas:

- Tú, hija, te llamarás María, Sor María...

- Tú, hija, te llamarás Teresa, Sor Teresa...

Y cuando le tocó a la muchacha en cuestión, le dijo:

- Tu te llamarás Rita, Sor Rita.

En ese momento la muchacha rompió en llanto.

¡¿Cómo una monjita se podía llamar Sor Rita?! Sería el hazmerreír del
convento...

Así que decidió enviar al Vaticano una carta donde hizo la petición de
cambio de nombre.

Al cabo de unos meses le enviaron el pasaje para ir al Vaticano. Para
cambiar su nombre, se realizaría una ceremonia donde ella tomaría un nombre
de una caja. Antes de comenzar la ceremonia, el sacerdote que la oficiaría
le dijo:

- Hija, te hemos dado la oportunidad de cambiar tu nombre ante Dios. Pero
debes saber que este nuevo nombre que tomes del papelito de la caja será el
definitivo, ¡no hay vuelta atrás!

Sor Rita le contestó:

- Sí, Padre, estoy segura que no habrá nada peor en esta vida que llamarse
Sor Rita. De acuerdo.

- Toma un nombre y encomiéndate a Jesús...

Sor Rita toma el papelito y sin leerlo se lo entrega al sacerdote. Este lo
lee, y con rostro severo le dice:

- Hija, de hoy en adelante serás Sor Raimunda..

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