domingo, 5 de agosto de 2007

El sábor del café

Ayer sábado por la tarde fui a comer con Titania, y fuimos a Hooters por unas de sus míticas alitas, que la verdad son las mejores, bebimos una jarra de cerveza, hablamos de cosas importantes, como la familia, los hijos y el hogar. Después caminamos por Miramontes hasta Starbucks y comimos postre.

Al final no me queda más que decir que las alitas de Hooters son geniales y que lo único por lo que realmente vale la pena preocuparse es por el sabor de la bebida al llegar a la barra de Starbucks, todo lo demás, absolutamente todo lo demás, es cuestión de tiempo.

Fue un buen sábado. Aprendí cosas de mi que no conocía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu compañía fue lo más delicioso!